¿La televisión da prestigio? – MÓNICA CERDÁ

2.2. Implantación y consolidación de la televisión

lolo

 

A lo largo de la década de los sesenta la televisión adoptó un sentido de prestigio ya que no todo el mundo podía permitirse el lujo de tener una. De esta forma, la televisión ayudó a exponer en mayor medida las desigualdades que se vivían en aquella época.

Uno de los factores más determinantes era la diferencia de renta en los ámbitos urbanos y rurales. A través de diversas encuestas se concluyó que 2 tercios de la población de las grandes ciudades sentían mayor necesidad de tener televisión que de tener coche. Sin embargo, para las pequeñas localidades la televisión ni siquiera era algo necesario, a diferencia de la radio que en aquel momento ya estaba aceptada en todos los sectores de la población. Cabe destacar que la crisis que sufría el ámbito rural, sus valores más tradicionales y sus horarios de trabajo, agravaron esta diferenciación. Para luchar contra esto y dar mayor difusión a la televisión, se crearon los teleclubs, locales donde se exponían espacios divulgativos o debates a cargo de un moderador. Esta medida no cumplió las expectativas que se le habían impuesto debido a su irregular actividad.

Otro factor relevante fue el nivel de estudios, ya que cerca de 3 cuartos de la población con estudios medios o superiores veía la televisión, frente al 37% de la población sin estudios que la veía. Por otra parte, la edad también fue un aspecto importante, ya que la franja con mayor público se encontraba entre los 18 y los 29 y a medida que aumentaba la edad, los espectadores descendían. Esto cambió conforme avanzaba la década de los 60, ya que el sector infantil entre 8 y 14 años se convirtieron en los espectadores por excelencia.

Finalmente, otro factor determinante fue el género. Una encuesta reveló que el 60% de los hombres veían la televisión, en cambio solo el 45% de las mujeres lo hacía. Esto se debe a que los hombres la tenían a su alcance en el ámbito social, como podría ser un bar, y las mujeres se limitaban al contexto doméstico, restringido en cierta medida por su trabajo en el hogar.

En conclusión, se podría decir que el consumidor medio de televisión en los años 60 eran hombres del ámbito urbano de una clase social media o alta.

Artículo:

https://ddd.uab.cat/pub/analisi/02112175n32/02112175n32p45.pdf

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *