¿Qué va a ser de la Televisión? – SERGIO CANTÓ

2.5. Industria de entretenimiento y medio de información

Mucha gente en nuestro campo opina que la televisión está muerta. Los más jóvenes cada vez pasan más de la pantalla del salón para centrarse en las pequeñitas pantallas que caben en la palma de la mano. Las series más célebres del mundo ya no se emiten por televisión (y si lo hacen, la mayoría se suben a plataformas de streaming donde realmente se hacen famosas). Ante este panorama, la pregunta es clara: ¿Qué va a ser de la televisión?

La televisión es un movimiento de masas, y, por tanto, necesita de regeneración cada poco tiempo. Es decir, necesita que gente joven se vaya iniciando en la televisión poco a poco, manteniendo así un flujo positivo que le permitiría no perder adeptos. Sin embargo, la falta de contenidos para público adolescente, las pausas publicitarias cada 10 minutos y la falta de paciencia cada vez más notoria debido a plataformas como Netflix o HBO que permiten disfrutar siempre que quieras de una serie o películas sin esperar a ese día en concreto, hacen que las generaciones post-millenials no se interesen por la anteriormente llamada caja tonta. Si además de a todas estas razones, se le suman esas batallas mediáticas que intentan iniciar contra los videojuegos o los youtubers, culpándoles de los grandes males de este mundo, acusándoles de crear delincuentes juveniles debido a su lenguaje y la violencia que muestran en pantalla, sin quererlo, están haciendo que estas nuevas generaciones no solo no les interese la televisión, sino que encima, les provoca rechazo.

Está claro que la televisión se ha quedado obsoleta en la ficción. Pero a este medio aún le queda un arma muy fuerte: el directo. Los programas de televisión de actualidad y los noticiarios siguen estando firmes, con una base sólida de audiencia que parece no evaporarse del todo. Mucha gente me puede argumentar que cada vez menos gente se cree lo que dicen medios como la televisión, visión que comparto a medias, pero porque no se lo crean, no quiere decir que no la vean, sumándose así a los números que el EGM estudia periódicamente.

En lo referente a la rabiosa actualidad, la televisión sigue siendo la reina. Cuando un suceso de dimensiones estatales ocurre, la mayoría de la gente decide informarse de lo que ha pasado viendo la televisión. Es una reacción normal, diría que casi humana. Los sucesos trágicos muchas veces nos suscitan miedo, el miedo es una reacción que surge a partir del desconocimiento, las personas se fían mucho más de lo que ven sus propios ojos que de lo que oyen, por tanto, siguiendo esta línea lógica, acuden a la televisión para comprobar con sus propios ojos lo que está aconteciendo.

Mi reflexión final es que la televisión se ha ganado a pulso haber perdido a mucha gente joven en el campo de la ficción. No ha sabido convivir con el resto de los medios en auge y cada día le pasa más factura. Creo que, en un momento dado, la televisión en España dejará de invertir esfuerzo y capital en ficción (lo cual no deja de ser una lástima, es gente preparada que va a tener menos posibilidades de trabajar en nuestro Estado) para centrarse única y exclusivamente al directo y la actualidad. Puede que así nazcan más programas de actualidad como El Intermedio y descubramos todo un mundo de posibilidades que nos hagan disfrutar unos años más de este gran medio. O puede que en los espacios que dejan las series, aprovechen para emitir más publicidad. Podría resolver esta duda ahora, pero será después de la publicidad.

lolo

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