2.5. Industria de entretenimiento y medio de información
Parecen dos términos íntegramente anexados que no se puede entender uno sin el otro. Esta perspectiva se está quedando atrás, y es que en los tiempos que corren se pueden diferenciar como dos conceptos totalmente definibles el uno sin el otro. Esta distinción se ha dado debido al avance de las tecnologías, así como la forma en que consumimos contenido. Nuestras exigencias han cambiado y nos hemos vuelto menos receptivos y más caprichosos.
La televisión la entendemos como un sistema, conceptualmente idéntico que al principio de sus tiempos. Una forma de emitir que se mantiene inalterable y que se evidencia desgastada. Este sistema cerrado recuerda aun a los años 70, interacciones unidireccionales con un horario preestablecido para el consumo por las masas. Que todavía cuenta con gran número de fieles que se amoldan a esto tal y como se había hecho hasta ahora. El atropello surge cuando otros medios más viables se apoderan del mercado. Así es como los usuarios dejan de pagar por el servicio de transmisión tradicional. Este ascenso se ve también con el crecimiento en suscripciones y clientes de compañías como Amazon y Netflix, que además cuentan con el mayor consumo de sus producciones originales. Un ejemplo claro es la distribución televisiva de las series que ahora se ofrecen completas en lugar de emitirlas paulatinamente.
El televisor sin embargo es ahora un elemente indispensable que se ha adaptado a los cambios del mercado. Se siguen fabricando cada vez más y mejores pantallas, y esto se debe a que su funcionalidad ahora es mayor. Pueden conectarse a la red y estar conectados como un medio social que permite la interacción entre usuarios. El contenido ahora es mucho más amplio y abastece con creces las necesidades de los espectadores que muchas veces quedan atrapados y caen en el sedentarismo. Pantallas curvas, nano-cristales, 4K y diseños vanguardistas son los alicientes que crean más expectativas en los consumidores.