Marina Abramovic, ¿el arte de la performance o el arte del engaño? – GEMMA ROSADO SECO

4.4 El videoarte y las artes. Contexto hitórico y cultural del nacimiento del videoarte. Evolución: performances, teatro, videoclip.

Marina Abramovic, sin duda es la abuela de la performance, y uno de los mayores representantes de dicho arte.  El valor de su performance radica en poner el cuerpo al límite y en buscar la espiritualidad por encima de todo.

Su determinación a explorar los límites del arte a través de su cuerpo es asombrosa. Para Marina Abramovic la performance es un acto chamánico, un acto donde la enorme cantidad de energía vital liberada exorciza el alma. Su relato es de una honestidad conmovedora, una vida movilizada por el amor al arte y por el desarrollo del ser a través de éste.

Una de sus performance que más nos emociono a todos fue la del 2010 en el MoMA la cual consistía en quedarse sentada y callada y mirar a los ojos a todo aquel que quisiera sentarse enfrente de ella. Lo que nadie se esperaba era el recuentro con Ulay, su expareja sentimental y con la que trabajo por todo el mundo haciendo perfonrmances.

Lo emocionante de esto es que ambos habían estado sin hablarse desde la performance ‘The Lovers’ que consistía en que cada uno debería recorrer la muralla china desde los diferentes extremos hasta encontrarse, abrazarse y no volverse a ver más.

Pero actualmente parece que todo esto era falso. En 2016, Abramovic fue denunciada por Ulay por derechos de autor y fue condenada a pagar 250.000$ por incumplimiento de contrato, y es que la pareja había realizado dicho contrato en 1999.

Y es que sabiendo esto, la performance de Marina se ve de otra manera, ya que parece ser que por encima de su amor por el arte está su amor el dinero; cosa que contradice totalmente las bases y principios de la obra de la artista.

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