La televisión en España durante la Transición y la democracía.
Echando la vista atrás, más allá de lo que mi propia memoria me permite, trato de debatir, conversando con un amigo sobre cómo fue, o pudo ser, la introducción de la televisión en España. Pero no leyendo artículos ni viendo videos, tirando de cultura televisiva y divagando. Dos jóvenes por Videollamada filosofando.
Cierto es que, la televisión tardó más en introducirse en España que en otros países europeos, básicamente porque no teníamos un duro y a saber qué era ese cacharro raro, pero también podemos afirmar que a finales de los 70 y principios de los 80 la televisión ya era el medio de comunicación de masas por excelencia. En plena Transición… Centramos nuestras reflexiones más platónicas en ese momento histórico en el que se fragmenta la historia de este país en el siglo XX y cuya valoración, positiva o negativa, suscita apasionados debates. Por lo que, debatimos hasta buscar un punto en común sobre si la televisión pública en España fue acelerador o freno de los cambios, así como su capacidad para crear a través de sus programas un espacio público y democrático.
Al fin y al cabo, tanto en un periodo como en el otro la televisión siempre ha estado a las órdenes del poder, y más todavía en esa época y no tanto en nuestros días. O eso queremos pensar… En 1977 se restauró la libertad de expresión en España (todavía con algunas excepciones), pero hablar de una verdadera prensa independiente durante la Transición es del todo exagerado. Los grandes medios estaban alineados con el objetivo del Gobierno, la Unión Europea, la Iglesia Católica y la mayoría de partidos políticos, que no era otro que lograr que la transición de España a la democracia se desarrollara de la forma más tranquila posible, siguiendo la senda marcada. Y TVE, que estaba directamente controlada por el Gobierno, fue la punta de lanza de todo este entramado mediático, en el que los niños y jóvenes, que debían formar la futura ciudadanía democrática, fueron un objetivo primordial.
Quizás el programa juvenil por excelencia de la Transición sea ‘Verano azul’. Por vez primera, una serie para chavales estaba ambientada en el mundo real. Y en España. El programa, de 1981 y 1982, narraba las aventuras de siete adolescentes de vacaciones en una localidad playera del sur del país, concretamente, Nerja. La serie trataba temáticas reales que preocupaban a los adolescentes de la época, como el conflicto generacional, las relaciones amorosas, los programas medioambientales, la violencia o la muerte. Pero siempre desde una óptica conservadora, que no levantara ampollas. El contenido más revolucionario que se podía esperar era que una de las protagonistas, Bea, contara en un episodio que había empezado a menstruar, y aún así hay partes del díalogo que dicen demasiado de nosotros en aquellos años.
https://www.youtube.com/watch?v=Dv006FYUlSA
Al final, sobre la Transición y el papel de la televisión pública en España, dos jóvenes de 25 años concluímos que, es mucho más fácil promover el cambio político que cambiar la mentalidad de la población, especialmente cuando esta viene de un legado de profundo respeto a la autoridad y obediencia incuestionable. El papel de TVE en la Transición fue el de un medio continuista.