Hao Jingban, Maya Watanabe y las mujeres en el videoarte – Esther Terol Martínez

4.4 El videoarte y las artes. Contexto histórico y cultural del nacimiento (NTIC).
La radio en Internet

Durante el mes de febrero, concretamente del 27 de febrero al 3 de marzo, se ha celebrado en Madrid el festival internacional de arte contemporáneo, ARCO. Entre los premios, existe uno exclusivamente para las producciones de videoarte, el Premio de Video Arte Fundación Han Nefkens, que ha sido otorgado durante 2 años consecutivos
a mujeres: Maya Watanabe en 2018 y Hao Jingban este año, 2019.

Maya Watanabe nació en Lima, Perú, el año 1983 y actualmente reside en Madrid, España. Ha sido valorada en ARCO 2018 por su trabajo desarrollando temáticas complejas de una manera coherente y profunda, además de la utilización de técnicas avanzadas, la ambición de sus proyectos recientes y su afán por consolidar una voz propia son características de esta artista que produce, fundamentalmente, videoarte.

Hao Jingban nació en China en 1985. Ha ganado numerosos premios como el Gran Premio del Jurado de la Juventud Huayu en Art Sanya 2016 y el Joven Artista del Año en la 11ª edición del Premio de Arte de China. Ha sido premiada en ARCO 2019 por la fuerza estética y la capacidad de autorreflexión crítica de su obra, que resulta
estéticamente impecable y proyectada hacia la práctica a largo plazo. Utilizando el lenguaje y la estructura del cine documental, Hao Jingban explora los movimientos sociales para sugerir como se produce la historia actual.  Basando cada pieza en una sólida investigación social y cultural, la artista beneficia de grandes dotes de narración y ejecuta su trabajo de una manera altamente profesional y con una fuerte atención a la componente estética. El jurado considera que el trabajo de Hao Jingban se mueve suavemente entre realidades caóticas y tradiciones placenteras, creando historias
poderosas con varios niveles de lectura.

http://loop-barcelona.com/videocloop/video/off-takes/

Desde la década de los 60, las mujeres tomaron consciencia de su silencio, y de que sus vidas estaban invisibilizadas y apartadas hacia el entorno meramente doméstico. El acceso de la mujer a las nuevas tecnologías y las estrategias de exhibición, permitieron que fueran ellas quiénes sostuvieran la producción y favorecieran la difusión del videoarte y del arte en general. Las mujeres no sólo deben hablar en el arte, sino también participar con sus propias colecciones alejadas del poder heteropatriarcal.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *