CUANDO LA RADIO TRASPASA LOS LÍMITES – CLAUDIA ZUAZO

3.5 La radio hoy

Estamos viviendo una época que la gente define como un momento en el que “todo el mundo se ofende muy fácilmente”.

Bien, podríamos ahondar mucho en este tema, ya que en parte es cierto, pero muchas de las personas que se quejan de esta situación, son normalmente las mismas que no entienden lo siguiente: a veces no es que la gente ahora se ofenda por todo, si no que ahora se tienen en cuenta muchos problemas y temas sociales que antes se desconocían. Problemas y temas de los cuales humoristas y sin ir tan lejos, el vecino de al lado, se reían o decían barbaridades que a día de hoy estarían muy mal vistas.

Esto, a la gente con privilegios que quiere seguir riéndose con libertad de problemas ajenos que no le afectan directamente, le sienta muy, pero que muy mal, y suelen defender a capa y espada que el humor no es humor si no se ríe de algo o alguien.

Reflexionando sobre este tema, me he acordado de la polémica que se formó en el programa de radio ‘La vida moderna’, cuando compararon deportes “secundarios” ante la grandeza del tenis: el bádminton, el pádel, el squash… con personas con trastornos mentales o funcionales, como se puede ver en los primeros minutos del siguiente video:

https://www.youtube.com/watch?v=yxIkJUiLEwM

Este programa se colgó en YouTube, llegó a miles de personas y el resto es historia. La protesta de asociaciones de personas con trastorno del espectro autista hizo que la Cadena SER se viese obligada a realizar un comunicado pidiendo disculpas a los colectivos ofendidos y que los miembros del programa (Broncano, Ignatius y Quequé) reconociesen que eran conscientes de que habían podido faltar el respeto, pero justificándose con la excusa de la comedia.

También bromearon sobre la localidad de Huelva, cuyos habitantes también se ofendieron bastante y pidieron unas disculpas que los integrantes de La vida moderna esquivaron con más humor.

Mi opinión al respecto puede variar, ya que la comedia y a lo que hace referencia depende de varios factores, algunos géneros son más delicados que otros… no soy partidaria de ponerle límites al humor, pero hay una tremenda diferencia entre hacer chistes sobre tópicos de localidades, que sobre alguna enfermedad, discapacidad o problema físico, ya que muchas personas conviven con ello y hacerlo perpetúa estereotipos muy dañinos. Raúl Gay opinó distinto:

https://www.youtube.com/watch?v=eQ4wsQDtFO0

“Con el humor, libertad absoluta”, dice, defendiendo el poder hablar de discapacidades y afecciones mentales o físicas sin tapujos para lograr su normalización.

Se podría decir este tema da para unas horitas de debate. Lo que se con certeza es que La vida moderna es un programa de radio donde se juega con los límites del humor, pero donde nunca hay maldad: son tres tíos admitiendo que dicen tonterías, riéndose de ellos mismos y, de vez en cuando, de los demás. Y sobre todo, son tres tíos que saben dónde están y dónde no deberían de hacer este tipo de humor, como podrían ser las aulas de un colegio, por ejemplo.

Ha sido un largo camino en la radio hasta donde nos encontramos ahora, donde se puede hablar con total libertad de cualquier tema, y esto debería ser celebrado. Aunque hay que atenerse a las consecuencias.

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