5.2 La primera emisora de radio española. La radio en España durante la dictadura.
Radio España Independiente o La Pirenaica, fue una emisora creada como vía de información y propaganda contra la España franquista. Esta radio se creó por el Partido Comunista de España, y aunque su nombre de juego a que se ubique en los Pirineos no fue esa su realidad, y es que fue una táctica para que los oyentes pensarán que era una emisora cercana al país al que se dirigía, pero su realidad era que esta emisora se encontrada ubicada en Moscú.
Comenzó a emitirse en octubre de 1941, pero su ubicación fue variando, ya que en su primera localización se encontraba amenazada por los nazis y se trasladaron a Ufá (República Autónoma de Baskiria), y aunque estuvieron un tiempo en cuanto se volvió a calmar el ambiente volvieron a Moscú de nuevo, pero persistieron los problemas y se ubicaron finalmente en Bucarest.
Radio fundada por Dolores Ibàburri, fue una de las emisoras clandestinas que en la época franquista estaban totalmente prohibidas en España, de ahí que se ubicarán fuera de la península. Se trataba de una lucha contra el franquismo, ya que llegar a escucharla estaba penado debido a que su ideología giraba en torno a la oposición y desobediencia de la principal fuente política del estado español en aquel momento. Fue durante más de 30 años con los que esta radio consiguió mantener un hilo, un altavoz con los exiliados de la guerra y opositores al Régimen. Esta emisora recibía cientos y cientos de cartas contando la situación de hombres, mujeres, exiliados, huérfanos, etc… Muchas fueron interceptadas o no llegaron a su destino; de las que consiguieron llegar se pudieron observar procedencia de unos 33 países diferentes de donde provenían. Hoy en día se ha escrito un libro, Las cartas de la Pirenaica. Memoria del antifranquismo de Armand Balsebre y Rosario Fontova, relatando la historia de esta gran emisora y todo sobre sus cartas recibidas por una de las secciones de dicha emisora ‘Correo de La Pirenaica’ que fueron encontradas. Este libro fue posible gracias a las ultimas subvenciones que recibían del estado por la ley de memoria histórica, hasta que se derogó dicha ley, y se eliminaron sus partidas presupuestarias. Narra una larga trayectoria desde la guerra civil y el reguero de fosas comunes, prisiones o vejaciones que dejaron los vencedores.