1.2. El enfoque cultural aplicado a los medios audiovisuales y su contextualización histórica.
Esta semana se ha celebrado el día mundial de concienciación sobre el Autismo (2 de abril) y por ello me gustaría hablar en esta entrada de cómo los medios de comunicación crean en las personas ideas o etiquetas de las personas que lo padecen. Estas ideas o etiquetas influyen de manera negativa para la inclusión de dichas personas.
El TEA es un trastorno de origen neurobiológico que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral, dando lugar a dificultades en la comunicación y en la interacción social, así como en la flexibilidad del pensamiento y de la conducta de quién lo presenta.
En los medios de comunicación se tiende a relacionar el TEA con la infancia, pero cabe destacar que este acompaña a la persona a lo largo de su vida. Además, también podemos observar sesgos de género ya que es cierto que se ha observado un mayor número de diagnósticos en hombres, pero eso no quiere decir que las mujeres no lo padezcan, y así, la falta de información hace que los diagnósticos de las mujeres se retrasen más que el de los hombres.
Por otro lado, se tiende a decir que las personas con TEA se quieren aislar de las demás personas y que no se comunican, pero eso es otra creencia falsa que pasa factura en la inclusión social de las personas con autismo. Pueden presentar dificultades para desenvolverse en algunas situaciones sociales al igual que, presentar alteraciones en las habilidades de comunicación, pero se comunican (de manera oral o no). También existe una falsa creencia que dice que las personas con TEA tienen habilidades especiales y eso es acentuado por los medios y cabe destacar que no todas las personas con TEA presentan un talento excepcional. Además, los medios también difunden noticias en las que se presentan a las personas con autismo como agresivas, pero no se paran en conocer las causas de lo sucedido, que muchas veces es por una falta de entendimiento o por las dificultades de comunicación.
Para finalizar, me gustaría dar unos pequeños consejos a las personas encargadas de los medios de comunicación en cuanto a tratamiento del trastorno.
- A la hora de hablar de las personas que presenten, no se debe decir una persona autista sino una persona con autismo. Al igual que utilizar “autista” como un adjetivo negativo o peyorativo.
- No utilizar los verbos sufrir o padecer para decir que se presenta, se manifiesta o se tiene esta condición.
- Debe utilizarse “inclusión social” y no “integración social” ya que, incluir es hacer una participación exitosa de todas las personas sin que estas tengan que adaptarse al entorno, sino que se les brinda a cada uno lo que necesita para poder vivir en igualdad.