2.2 IMPLANTACIÓN Y CONSOLIDACIÓN DE LA TELEVISIÓN
El medio televisivo ha ocupado una relevancia central en las últimas décadas del siglo XX, tanto en el contexto general de los medios de comunicación como en el panorama social. El desarrollo de la televisión y sus distintas funciones han ido conformando un punto de primer orden para poder entender la realidad actual.
La sensación de presentir o deducir los sucesos que se van a dar esta ligado al fenómeno televisivo y de los medios, además de estar presente con frecuencia en numerosas opiniones y críticas diarias. Pero la televisión está sometida, no obstante, a continuidades y presencias de carácter histórico, algunas de estas presencias y continuidades se han construido lentamente mientras que otras se han ido trastocando con el tiempo.
Los años 60 constituyen un periodo esencial en el proceso de consolidación histórica a nivel internacional de la televisión. En este periodo el consumo televisivo se presentaba como una realidad innegable donde se produjo una enorme expansión entre los consumidores.
Esta expansión estuvo acompañada de la consolidación de programas y géneros televisivos, y de la relevancia publicitaria, además, comenzó a afianzarse el hábito de un “tiempo contante ante la televisión” entre los ciudadanos. Otro factor que influyó en la consolidación de la televisión fue la multiplicación de televisores sobre todo en Norteamérica.
En este contexto,comenzaron a configurarse también las cadenas televisivas europeas, aunque esta expansión dependía de circunstancias nacionales de diferente índole, como el grado de recuperación de la guerra, los niveles de renta, el alcance de la intervención política sobre el medio, entre otros.
Hubieron cinco grandes formatos que dominaban el esquema internacional de la programación en los sesenta: los informativos, los concursos, las variedades, los dramáticos y los y los telefilmes. La hegemonía televisiva se acompañó a su vez de un interés creciente por el medio y su capacidad de influencia social, ya que se comenzó a fomentar una revolución en el ocio colectivo y en las formas históricas de la comunicación .