5.3. Ciberespacio, cibercultura y medios de comunicación.
Con el fin de responder a las necesidades de la sociedad la educación debe fomentar nuevos y múltiples desafíos, basados en la construcción de modelos y estilos pedagógicos que representan las nuevas dinámicas tanto de acceso, construcción y circulación del conocimiento, como también trabajar sobre los vínculos y las relaciones que se establecen los entornos digitales.
Otro gran desafío es orientar el sistema de comunicación escolar, dónde nos encontramos que las dinámicas comunicativas de la sociedad y el modelo de comunicación escolar van por caminos diferentes.
¿Cómo podemos disminuir estás distancia? Pensando en un sistema escolar abierto que permita la interpelación el cuestionamiento y el razonamiento. Lo dijo Martín Barbero: a través de la tecnología quién desafía a la escuela es la propia sociedad.
En este marco el punto fundamental es integrar a las escuelas a la cultura digital, algo que requiere recuperar prácticas pasadas y recrearlas en relación al nuevo paradigma, como por ejemplo repensar otros medios de expresión frente a la práctica de la lectoescritura en soporte digital, dando lugar a la integración de la imagen y el sonido en sus múltiples variables, la narrativa hipervínculo, y las nuevas posibilidades de participación.
Esto lo ubica frente a una nueva relación con el saber, que se caracteriza por la velocidad con la que los conocimientos y las habilidades aparecen y se renuevan, favoreciendo a la construcción de nuevas formas de acceso a la información y del conocimiento. Esta la nueva relación con el saber qué es principalmente construido por colectividades humanas en el ciberespacio.
En mi opinión este cambio beneficiaría a las nuevas generaciones venideras, que, creamos o no, nacen rodeados de tecnología, y usarlas para su aprendizaje escolar facilitaría la tarea y mejoraría la misma.