2.5 Industria de entretenimiento y medio de información
El pasado 13 de marzo se produjo un atentado en la ciudad de Sao Paulo, en Brasil. Dos jóvenes armados atacaron un instituto, acabando con la vida de ocho personas, entre ellas cinco estudiantes. La masacre fue grabada por las cámaras de seguridad del lugar y estas imágenes fueron enviadas a los medios de comunicación para informar del acotencimiento. Los noticiarios divulgaron esta noticia y adjuntaron los vídeos de la matanza de forma explícita, únicamente censurando las caras de las personas que aparecían en pantalla. En dichos vídeos se podía ver como, por ejemplo, uno de los asesinos disparaba a varias personas de forma indiscriminada para que, poco después, el segundo homicida los rematara uno a uno a propinando hachazos en las cabezas de los heridos. Estas imágenes de contenido tan estremecedor se emitieron sin ningún tipo de reserva por todos los noticiarios españoles.
Este suceso podría ser un motivo de debate: ¿Dónde está el límite en cuanto a las imágenes explícitas que pueden proyectarse en la televisión? ¿Realmente es completamente necesario mostrar las imágenes claras de la ejecución del asesinato o es algo redundante? ¿Responde a necesidades informativas o al interés morboso?
El contenido emitido en televisión es algo que ha ido evolucionando a medida que la sociedad ha ido desarrollándose. Hace décadas habría sido inconcebible el visualizar imágenes de contenido tan duro en las pantallas, sin embargo hoy en día este contenido es accesible para cualquiera. La respuesta a la pregunta sobre si es necesario mostrar estas imágenes o no debe de responderse teniendo en cuenta el contexto de cada caso.
En cualquier caso, la emisión de un crimen es algo que indudablemente impacta en el espectador medio, sobretodo cuando se muestra con un alto nivel de claridad, y se puede cuestionar el interés que existe detrás de la difusión de este contenido: informar debidamente o impactar en el público de forma sensacionalista