2.5. Industria de entretenimiento y medio de información
Hace unos años, eso de contratar canales de television de pago era, o bien señal de tener cierto desahogo económico; o bien ser lo suficientemente forofo de un equipo de futbol como para dejarse dinero en el paquete de deportes, pero las cosas han cambiado.
Desde que Telefónica y Canal + se fusionaron para formar lo que hoy conocemos como Movistar +, comenzó una escala de ascenso imparable por convertirse en el gigante audiovisual que sentara catedra respecto al resto de canales (privados o públicos) tanto por hacerse con el control de la retransmisión deportiva, como por hacer una fuerte apuesta por la ficción y las series nacionales y de producción propia. A esto hay que sumarle toda una lista de fichajes de personalidades del mundo de la televisión que se han mudado a la televisión privada, quizás porque el hecho de no depender tanto de publicidad (que también hay mucha) y mas de los abonados directos, hace que la productora ofrezca mas libertad a la hora de crear ciertos contenidos, lo que ofrece un delicioso campo de cultivo para las grandes estrellas del show televisivo para desarrollar sus formatos, en muchos casos compaginándolo con la televisión pública.
Esta nueva renovación de la televisión privada, dejando de lado complementos de paquetes de TV que incluyen servicios como Netflix, Amazon, etc., reabre un debate sobre el porque a la gente le pica tanto pagar por la televisión. Creo que cuando siempre has tenido algo gratis y que de repente te hagan pagarlo no le gusta a nadie, pero a lo largo del día pagamos sin inmutarnos por cosas que son mucho menos importantes que nuestro entretenimiento/ información, ¿O es que acaso esperamos que los que crean nuestros contenidos y todos los técnicos que trabajan en ellos vivan de subvenciones o no cobren por su trabajo? Hay que buscar alternativas mas sostenibles para garantizar una televisión honesta, menos dependiente de partidos políticos y grandes lobbies, y de calidad, sin que le cueste por otro lado al consumidor un esfuerzo que haga parecer la TV de calidad un bien de lujo. Si la televisión no espabila mucho me temo que las nuevas plataformas e internet acabaran ganando.