5.4 Multimedia e Internet: arte digital, videojuegos
No es ninguna novedad que en el mundo de los videojuegos los personajes femeninos se han caracterizado siempre por una bestial hipersexualización, donde las mujeres se representan con unas curvas de escándalo (irreales por supuesto), vestidas con ropa casi minimalista y donde su rol fundamental siempre ha sido de mujer como premio a conseguir o princesa/dama a la que hay que proteger y salvar.
Por suerte, en los últimos años que corren, este concepto de mujer sumisa e inútil ha cambiado. Parece ser que la industria del videojuego, después de años de quejas ante este hecho, ha caído de la burra y se ha dado cuenta de lo ofensivo que puede llegar a resultar para muchas de nosotras que se muestre como verdad este estereotipo de mujer cada vez que se lanza un juego nuevo.
En cualquier caso, el número de mujeres que protagonizan los videojuegos va en aumento y, por fortuna, ya se puede ver otro tipo de personalidad en muchos de ellos. Fuertes, valientes, empoderadas, independientes, carismáticas, astutas… adjetivos que definen a las nuevas creaciones femeninas y que les eran imposibles de atribuir hace unos años.
A continuación, os mostraré un par de ejemplos maravillosos de videojuegos que sí han sabido representar correctamente a las mujeres y que no han sucumbido al machismo.
Uno de ellos (y mi favorito, todo sea dicho) es Life is Strange. En este juego encontramos una protagonista que se aleja de los clichés, Max Caulfield, una adolescente que se caracteriza por su curiosidad, valiente y fuerte, con un gran sentido de la justicia. Además, físicamente no está nada estereotipada, ya que tiene el pelo corto, no va maquillada y no se preocupa demasiado por su indumentaria, siempre viste con ropa casual, vaqueros y una camiseta sencilla (y no enseña canalillo, ¡MILAGRO!).
Por otro lado, encontramos a la co-protagonista, aún más radical, Chloe: Punk, con el pelo corto y azul, tatuajes por todo el cuerpo, malhablada, desobediente, rebelde… todo lo contrario a las normas establecidas. Es un personaje magnífico, que a pesar de su personalidad agresiva consigue engatusar al público. Es más, tanto ha gustado este personaje que incluso ha conseguido que le hagan un juego propio “Life is Strange: Before de Storm”.
Otro ejemplo lo encontramos en el juego Tomb Raider: la protagonista Lara Croft es una heroína que a pesar de que en sus inicios sufrió en sus carnes la hipersexualización, vistiendo únicamente con un top blanco y unos pantalones verdes cada vez más cortos, en el 2013 tuvo su remake donde le cambiaron la ropa y le pusieron algo más adecuado para pelear (la cantidad de heridas innecesarias que habrá recibido antes, la pobre).
Además de esto, Lara ha dejado de ser una víctima y ahora se ha convertido en una gran luchadora que hace todo lo posible para sobrevivir por su mano. (Oh, principito azul… ¿seguías ahí?… Em… bueno, lo siento, ya te llamaremos…). 
Esta saga es un claro ejemplo de ruptura por completo de los estereotipos machistas, ya que en el nuevo juego que han lanzado, la protagonista todavía está más desexualizada y falta por sacar uno más que seguirá por esta línea.
Como ellas existen muchos más ejemplos, si tenéis curiosidad podéis investigar sobre las protagonistas de juegos como Horizon: Zero Dawn o Dragon Age y Mass Effect.
Está claro que todavía falta mucho camino por recorrer, pero por suerte ya podemos apreciar diferencias notables entre los personajes femeninos actuales y los que se crearon hace unos años. Se agradece que existan personas o empresas realistas y empáticas que nos ofrezcan protagonistas fuertes y dueñas de su propia vida y de las decisiones que toman.
Mantengamos la esperanza de que en un futuro, a ser posible cercano, todas las protagonistas de los videojuegos se ajusten a estas características.
